Ayer fui testigo una vez más de lo incomprensible de algunos proyectos arquitectónicos, esta vez fue en el Centro Comercial Imaginalia.
Recuerdo que el primer comentario generalizado cuando se inauguró, hace ya unos cuantos años, fue: ¿Un centro comercial al aire libre en Albacete? A día de hoy, sigo sin entender el concepto, y así le va, la mayoría de los locales están cerrados y lo único que parece que funciona bien es el Alcampo. No es un lugar que te incite a pasar el tiempo.
Albacete, como muchas otras ciudades de España, es una ciudad de contrastes climáticos, en invierno hace bastante frío y de mayo a septiembre te achicharras si te quedas al sol.
Entiendo que dotar a una superficie tan grande con calefacción y con aire acondicionado es caro, muy caro. Pero de ahí a que a que lo único que haya es una cubierta rara, que por cierto rediseñaron hace poco, que ni protege del sol ni de la lluvia es algo que no logro entender.
Y así pasó ayer, la gente apelotonada en la puerta del Alcampo con los carros de comida porque para bajar al aparcamiento, donde la mayoría tenía el coche, teníamos que mojarnos, sí o sí, y eso que la escalera de bajada estaba a apenas 20 metros.
Esperando que dejara de llover para llegar a la escalera |
Todo el mundo a resguardo en las tiendas |
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